Las primeras estrellas femeninas estadounidenses fueron Mildred Didrickson de las Golden Cyclones y las jugadoras del equipo All American Red Heads. Durante esos años el nivel de la BAA no era obviamente aún mejor que el de las otras ligas debido a su reciente creación, ni los equipos se podían comparar con clubes independientes como los Harlem Globetrotters, considerado entonces como uno de los mejores equipos de la nación, camiseta de los bulls si no el mejor.